martes, 10 de mayo de 2011

El sistema urbano español

Los cimientos del actual sistema urbano español se encuentran en la época romana, pero es a mediados del siglo XX, coincidiendo con los efectos de industrialización, cuando se  consolida. A partir de entonces pierde importancia el sistema urbano regional de la época preindustrial, aparece el provincial y se fortalece el sistema urbano estatal. En la consolidación de este último influyó de manera decisiva la creación de carreteras nacionales y el desarrollo de las vías de ferrocarril.

Además, el desarrollo industrial, localizado fundamentalmente en el País Vasco y Cataluña, y el desarrollo de Madrid como capital del Estado determinan que el sistema de ciudades esté basado en dos grandes centros urbanos, Madrid y Barcelona. Otras ciudades que aumentan su importancia son Bilbao, Valencia, Murcia, Zaragoza y, en general, las capitales de provincia, que se convierten en centros rectores del sistema urbano de ámbito provincial.

Las características del proceso de industrialización y urbanización de estos años conllevan la aparición de fuertes desequilibrios territoriales; para  corregirlos se diseñaron los Planes y Polos de Desarrollo a partir de los años 1960, que contribuyeron al desarrollo de algunas ciudades y a equilibrar la red urbana. Los más destacados fueron los de Vitoria, Pamplona, Burgos, Zaragoza, Logroño, Valladolid, A Coruña, Vigo, Sevilla, Huelva, Granada y Córdoba.

Otro fenómeno que conviene destacar es la terciarización de las ciudades, con el consiguiente desarrollo de las actividades ligadas al sector terciario superior y de apoyo a la producción: innovación tecnológica, informatización, comunicación, comercialización, etc.
La desindustrialización y terciarización provocaron cambios significativos en el sistema de ciudades. La desindustrialización motivó el estancamiento y la crisis de las ciudades más industrializadas en la etapa anterior (País Vasco, Cantabria, Asturias), la terciarización consolidó los ejes litorales urbanos y ayudó al sostenimiento de los centros provinciales.

En la actualidad, el sistema de ciudades tiende a articularse, formando lo que se conoce como ejes de desarrollo. Un eje de desarrollo se produce cuando las ciudades se articulan en torno a un conjunto de infraestructuras de transportes terrestres, fundamentalmente carreteras, a las que se une la concentración de actividades y de población. Los ejes que conforman el sistema urbano español son los siguientes:
Eje mediterráneo o levantino.
Eje del Ebro.
Eje cantábrico.
Eje atlántico gallego.
Madrid.
Eje litoral andaluz.
Eje transversal andaluz.
Eje Madrid-Andalucía.
Eje oeste.

Las ciudades se organizan de forma jerárquica sobre el territorio, pues no todas tienen la misma importancia ni desempeñan las mismas actividades económicas o funciones.
La primacía de una ciudad sobre otra puede medirse por diferentes criterios; se suele utilizar como medida el volumen de población, que indica la capacidad de atracción de un núcleo urbano y la importancia de las funciones que desempeña. En definitiva, nos informa sobre el nivel de centralidad urbana.
En el sistema urbano español se diferencias los siguientes niveles:
Metrópolis nacionales. Forman el primer nivel jerárquico; en él se encuentran Madrid y Barcelona, aglomeraciones que superan los tres millones de habitantes. Ejercen su influencia sobre todo el territorio nacional y se relacionan con otras metrópolis internacionales. La dimensión funcional básica de las metrópolis nacionales es la de ser sedes de servicios altamente especializados.
Metrópolis nacionales de primer orden. Este nivel lo integran ciudades como Valencia, Sevilla, Bilbao y Zaragoza. Su población oscila entre 500.000 y 1.500.000 habitantes y su influencia se extiende fundamentalmente al ámbito regional, pero estas metrópolis mantienen lazos intensos con las nacionales. Como en el caso anterior, destacan por ser sedes de servicios especializados.
Metrópolis regionales de segundo orden. En este nivel se encuentran ciudades como Murcia, Alicante, Granada, Santander, etc. Con una población comprendida entre los 200.000 y los 500.000 habitantes, conjugan el ser centros de servicios especializados con otras funciones del sector secundario y terciario menos especializadas. Su ámbito de influencia es menor.
Ciudades medianas. Engloba capitales de provincia y ciudades que conocen un dinamismo económico: Segovia, Burgos, Castellón, Avilés o Algeciras. Son centros comerciales y de ámbito provincial.

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